jueves, 1 de septiembre de 2016

Diferencias entre Antigua Grecia y Antigua Roma

La vida en la Antigua Grecia
Medicina:
Todo el mundo reconoce que la medicina es una de las prácticas más antiguas del mundo, cuya cuna está en la Antigua Grecia. Es verdad que en sus inicios las técnicas curativas giraban en torno a rituales y creencias mágicas con médicos-brujos. Poco a poco esta actividad se fue racionalizando.
Asclepio es el dios de la medicina para los griegos. En el siglo VI a. C. se levantaron muchos templos en honor al dios Asclepio donde acudían los enfermos a venerarle. Allí se les inducía al sueño para que se les apareciera Asclepio en sueños y les aliviara milagrosamente de sus males.
Una de las razones por los que la medicina evoluciona hacia otra más técnica o racional es la consolidación de la polis o ciudad. La polis como centro de civilización, se desarrolla una economía basada en la producción artesanal y el comercio. Con el paso del tiempo, los mitos dejan de ser la forma de conocer el mundo, y el logos, el razonamiento, surge como nuevo horizonte del saber. El griego observa la naturaleza que le rodea e intenta comprenderla y transmitir lo aprendido. Así ya, en el siglo V a. C. el médico técnico se convirtió en una autoridad.
Actualmente Hipócrates es considerado el padre de la medicina al que se le atribuye la primera colección de textos científicos en el mundo antiguo. Mucha de la terapéutica hipocrática se funda en prescripciones alimenticias, modos de vida, ejercicio físico y baños.


Religión:
Los griegos creían en un panteón de dioses y diosas que estaban asociados con los aspectos específicos de la vida. Por ejemplo, Afrodita era la diosa del amor, mientras Ares era el dios de la guerra y Hades el de los muertos. Algunas deidades como Apolo y Dioniso revelaban personalidades complejas y mezcolanza de funciones, mientras otros como Hestia (‘hogar’) y Helios (‘sol’) eran poco más que personificaciones. Había también deidades específicas de un lugar: dioses de los ríos, ninfas de cuevas, etc. Héroes y heroínas locales también solían ser venerados en sus tumbas.
Era sin embargo común que muchas regiones y poblaciones dedicasen sus propios cultos a las ninfas, los dioses menores y los héroes locales. Muchas ciudades también honraban a los dioses más conocidos con ritos locales característicos y les asociaban extraños mitos desconocidos en los demás lugares.


Vestimenta:
El traje ordinario en la Antigua Grecia constaba de dos piezas: La inferior, el quitón, era una túnica sin mangas que llegaba hasta las rodillas y se ceñía a la cintura.
La superior, el himatión, consistía en una especie de manto rectangular que se echaba sobre el hombro izquierdo y se recogía por el lado opuesto, dejando ordinariamente libre en sus movimientos el brazo de esta parte; y cuando se iba de viaje o de guerra se cambiaba el himatión por la clámide, capa rectangular en tres de sus lados y algo circular en la parte que rodeaba el cuello, más corta que el manto y abrochada con fíbula sobre el hombro derecho.


Alimentación:
Los antiguos griegos hacían tres comidas al día:
un desayuno compuesto de pan de cebada mojado en vino puro al que eventualmente se le agregaban higos o aceitunas
un almuerzo somero, que se tomaba al mediodía o al principio de la tarde
una cena que tenía lugar a la caída de la noche;
Puede añadirse una merienda, que tomaba al anochecer
Comían sentados; el empleo de banquetas estaba reservado a los banquetes. Las tortas de pan podían servir de plato, pero son más corrientes los recipientes de terracota o de metal. La vajilla se refina con el tiempo y, por ejemplo, se encontraron platos de materiales preciosos o de vidrio a lo largo de la época romana. No usaban tenedor, era desconocido, comian con sus dedos. Usaban un cuchillo para cortar carne y de una cuchara semejante a las cucharas de hoy en día para comer sopas y caldos.


La vida en antigua roma
Alimentación:
Antes de que aparecieran en las mesas de los poderosos exóticas viandas procedentes de lugares tan dispares como Guinea (faisanes), Persia (gallos), India (pavos),etc los romanos no conocían más que los alimentos básicos que proporcionaba la tierra: cereales, legumbres, hortalizas, leche o huevos.
Cuando los recursos escaseaban, el alimento básico fue el puls durante más de 300 años. Era una especie de gachas de harina de trigo. Este plato derivó, en los tiempos de abundancia, hacia el puls iuliano, que contenía ostras hervidas, sesos y vino especiado.
El alimento básico de la sociedad romana era el trigo. En tiempos de Julio César (49-44 antes de Cristo), unos 230.000 romanos se beneficiaban de los repartos de este cereal (annona) con el que se producía la harina y, por consecuencia, el pan. Otro alimento destacado en la dieta romana era el vino. Se bebía con especies, o se servía caliente y aguado.
Quienes no se podían permitir grandes dispendios en tiempos de carestía desayunaban sopas de pan y vino. El romano que podía hacía un gran consumo de leche, de cabra o de oveja. Así como de las aceitunas. La carne más consumida era la de cerdo, a la que con el tiempo se le fueron sumando las de buey, cordero, oveja, cabra, ciervo, gamo y gacela. Incluso la de perro.
Los romanos comían tres o cuatro veces al día: desayuno (ientaculum), almuerzo (prandium), merienda (merenda) y cena (cena)

Religión:
Los ciudadanos romanos practicaban una religión politeísta (creencia en muchos dioses ), parecida a la religión en la Antigua Grecia. Su religión fue absorbida de los griegos, gracias a los contactos culturales y sus conquistas en la península de los Balcanes. Sin embargo, la religión romana no era una copia de la religión griega. La religion romana incorporo elementos religiosos Etruscos y de otras regiones de la península italiana.
Una práctica religiosa muy común en la Antigua Roma era la existencia de santuarios domesticos, donde se rendía culto a los dioses protectores del hogar y de la familia. Los templos para el culto público a los dioses tambien fueron construidos en varias provincias romanas. Los rituales religiosos romanos eran controlados por los gobernantes romanos. El culto a una religión diferente a del imperio estaba prohibido y condenado. Los cristianos, por ejemplo, fueron perseguidos y asesinados en varias provincias del Imperio Romano, es por eso que los cristianos realizaron sus cultos, en cuevas o catacumbas romanas.
Los Dioses romanos eran los mismos a los de Grecia, pero con otros nombres.

Vestimenta:
El traje en la Antigua Roma constaba de dos tipos de piezas como el griego, llamadas indutus o indumenta (las interiores) y amictus (las exteriores).
En los primeros tiempos, se reducían las prendas a la túnica, semejante al quitón de los griegos y a la toga propia de los ciudadanos romanos que por ello, se llamaban gens togata, mientras ellos decían de los griegos gens paliata. A veces, llevaban otra túnica interior, denominada subúcula, equivalente a nuestra camisa, y la superior solía ceñirse con un cinturón llamado cingulum o cinctus, cerrado con broche o fíbula. La toga era una amplia vestidura de lana, de corte elíptico, cerrada por abajo y abierta por arriba hasta la cintura. Al llevarla, se recogía por los pliegues del lado derecho y se echaban terciados hacia el hombro izquierdo. Su color era generalmente blanco o gris. los niños y los magistrados llevaban una toga adornada con tiras de púrpura. Los conquistadores en su entrada triunfal vestían la toga con bordados de palmas de oro. Los emperadores ostentaban la toga hecha completamente de púrpura o con bordados de oro. 






Medicina:
En la Roma republicana, la medicina tenía más de magia que de ciencia. En el mejor de los casos era ejercida por los barberos. Los primeros médicos dignos de tal nombre fueron griegos y aparecieron en los primeros años del imperio.
Uno de los más grandes médicos fue Claudio Galeno (129-199 dC), que era griego, pero comenzó a ejercer la medicina en Roma. Primero fue nombrado cirujano en una escuela de gladiadores, donde pudo adquirir gran experiencia curando heridas. Hizo importantes descubrimientos: siguiendo en parte las enseñanzas de Hipócrates, el fundador de la medicina antigua, demostró que en las arterias corre sangre y no aire como hasta ese momento se había creído. Además, probó que la sangre era impulsada en estos vasos por el corazón, que funciona como una bomba. Galeno escribió un tratado titulado “Arte médico”.
Otro personaje destacado, el galo Aulo Cornelio Celso, vivió en Roma en el siglo I y más que médico fue un enciclopedista sobre medicina. De él nos ha llegado un texto, De Re Medica Libri Octo, que constituye una de las más completas y claras obras de la antigüedad sobre el tema.



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